Debemos tener presente la importancia del DIAGNÓSTICO para poder planificar y diseñar un proyecto. Conocer el punto de partida nos ayuda a entender el horizonte y el objetivo final. Si no sabemos dónde estamos parados, difícilmente podamos saber hacia dónde queremos ir. Con los proyectos pasa exactamente lo mismo, es necesario conocer la situación inicial para poder determinar correctamente cuáles serían las acciones, desarrollos y plazos que nos ayudarán a provocar el cambio deseado.

Diseñar es determinar los detalles y las características especiales que tendrá el proyecto que llevaremos adelante, determinar los objetivos que queremos alcanzar, determinar los recursos necesarios para la implementación, determinar quiénes serán los beneficiarios directos e indirectos del proyecto, determinar cuáles son las actividades que debemos desarrollar para alcanzar las metas y por ende el objetivo general. Diseñar, darle vida a nuestra idea, es comenzar a materializar nuestro proyecto.

Para que un sueño sea un objetivo debe tener ciertas características, por ejemplo debe ser viable, alcanzable y tener un grado de dificultad. Desarrollo es el camino que nos permiten saber si estamos avanzando correctamente hacia nuestro objetivo. Es aplicar toda nuestra experiencia, herramientas y conocimientos en pos de alcanzar nuestro objetivo. Para el buen desarrollo del proyecto, será necesaria una coordinación técnica que asegure la puesta en común de las múltiples tareas imprescindibles para su producción.